domingo, 26 de junio de 2016

Vota y punto

Cambios.

 Muchos cambios a nuestro alrededor.

 Y, sin embargo, después todo sigue igual.

Eliges.

 Y lo haces para bien.  Y lo hacen para bien.

Pero no aseguras nada. No aseguran nada.

Siempre se ha hecho así.

Siempre.

¿Cuánto es siempre?

Nunca.

Los cambios son buenos.

Los cambios son malos.

¿Pero qué cambia?

Todo.

Nada.

Siguen las aguas intranquilas y los cielos inestables.

Nadie dijo que fuera fácil.

Todos dicen que es complicado.

Dudas.

Pactos.

Problemas.

Soluciones.

Incertidumbre.





Vota y punto.





domingo, 19 de junio de 2016

Persigue tu sueño.

Persigue tu sueño.

Nunca dejes de luchar.

Cuando menos te lo esperes llegará.

Llegará de golpe. No tengas miedo. Disfruta del momento.

Visualízalo.

Es tuyo. Lo conseguiste.

Vive.

Pero no dejes de luchar.



Enhorabuena Violeta.
Después de dos años de preinscripciones, de repetir selectivos, de nervios, de listas de espera, de pruebas en universidades privadas en las que sabías que no querías entrar pero que pensabas que era tu única esperanza, de decepciones, de lágrimas.

Lo conseguiste.

Es tuya.

Una plaza en medicina.

Tú y yo sabemos todo lo que significa esa admisión. Ni en Reus, ni en Lleida. En Castellón.
En la UJI.

Muchas veces la vida nos pone a prueba para determinar el grado de implicación que tenemos para aquello que anhelamos.

La vida se ha dado cuenta. Le ha costado. Se hubiera podido dar cuenta antes, es verdad. 

Pero todo ocurre por algo. Y este es tu momento.

Con una formación de dos años de enfermera. Con un expediente brillante y con una madurez que supera dos años la mayoría de edad, te deseo lo mejor en tu nueva etapa.


Papá estaría muy orgulloso de ti.




Se avecinan tiempos de cambios y este, solo ha sido el primero.









domingo, 12 de junio de 2016

Cinco años sin Paco Martí

5 años papá. Mucho tiempo ya.

Novedades. Muchas novedades.

Me he casado. Sí, con Jorge. Quién lo hubiera dicho cuando íbamos a tocar a bodas con nuestro cuarteto o cuando nos llamaban para tocar en misas… La verdad es que me alegro de que lo conocieras aunque solo fuera siendo un niño. Te hubiera encantado la que montamos.

Creo que todas las emociones vividas y sentidas durante el 23 de abril perdurarán en nuestra memoria durante mucho tiempo.

Todas tus flores estaban emocionadas. Les hice un poco padecer porque no les conté nada de cómo iba a ser ni el vestido, ni la ceremonia ni la fiesta ni nada. Todo sorpresa. Pero creo que si les preguntamos ahora, después de haber vivido todo nuestro enlace,  me aprobarían con buena nota.


Violeta sigue estudiando enfermería. Aún no ha podido encontrar la manera de empezar medicina. Es buena en lo suyo y pese que tiene muy claro que quiere seguir intentando entrar, será una buena profesional sanitaria. Eso seguro.

Marga ya ha hecho prácticas en el colegio. La primera vez que te enfrentas a un aula no es fácil. Los dos lo sabemos. En la carrera no te enseñan los problemas y conflictos reales del día a día de los colegios. Pero te das cuenta si es lo que quieres hacer durante el resto de tu vida laboral o no.

Iris termina tercero de Eso. Aún seguimos impregnando tu instituto. Cuantas horas dedicadas a esas cuatro paredes ¿eh? No debe ser fácil dirigir un centro educativo. Aunque siempre he creído que las buenas personas transmiten bien. Hay que lidiar con muchos problemas, muchos egos y muchos egoísmos pero si tú estuviste tanto tiempo en el cargo estoy segura de que también será porque te retornará las cosas buenas que se intentan conseguir con empeño, trabajo y mediación. Mucha mediación.


A veces me paro a pensar cuantas conversaciones nos quedaron pendientes… de trabajo, de la vida, de la familia…

Hay tantas decisiones, tantas dudas, tantos recuerdos que se quedaron sin conversar…
Me encantaría volverme a tomar aquella última horchata contigo. Porque… como tú bien me dijiste hace cinco años y un día, muchas veces nos restringimos pequeños placeres que al fin y al cabo son los que nos hacen ser felices en la vida.


Te echo de menos papá.


Un abrazo muy fuerte de esos que tendríamos que haber realizado más.




domingo, 5 de junio de 2016

23 de Abril de 2016 - Javi Arnau

Supongo que a ellas  (hermanas de la novia) también les habrá pasado. El síndrome del folio en blanco. No saber qué escribir. Borrar una frase tantas veces que le acabamos teniendo miedo, por si ya nunca más aparece otra que la sustituya. Pero, es curioso, cuando te empiezas a enfadar con tu propia inspiración es cuando ella te da la mano. Es algo mágico. Hace sólo un segundo, todo lo que ahora fluye parecía imposible.

Tan imposible como no recordar. Porque reconozcámoslo: la memoria es algo que siempre nos acompaña. A veces, como una bonita melodía. Otras, como el trueno que precede a la lluvia. Cada uno elige qué versión es la que prefiere para sus recuerdos. Pero aunque todos tengamos a una persona ausente hoy, creedme, yo prefiero quedarme con un pasado repleto de música y no con un pasado repleto de llanto. Cualquier otra opción, en este momento, sería imposible.

Insisto. Es imposible no recordar. No recordar gestos, miradas, sonrisas. Historias. Y aquí estáis Jorge, Rosa. Rodeados de gente que os quiere. Rodeados de millones de recuerdos que afloran.  

Es imposible mirarte, Rosa, y no pensar en algo muy especial: que puedo considerarte una amiga. Es imposible olvidar aquellas primeras discusiones de sobremesa que yo ya sabía que iba a perder. Esos aperitivos. Esas conversaciones. Esos consejos tan duros como acertados que siempre me diste.
En fin, por qué no decirlo, era imposible imaginar que acabarías siendo tan especial en nuestras vidas cuando sólo eras una pequeñaja con un violín lleno de sueños.
Ese violín sigue sonando. Esta vez, acompañado. Rebosantes los dos de ilusiones. Una obra maestra. Si alguien se enfrentó con dudas a la partitura, aquí tiene la respuesta: no era imposible.

En cuanto a ti, Jorge…

Os confesaré algo a todos. Este chico es tan especial que ha sido capaz de dejarme mudo. No saber qué decir, qué recordar… El síndrome del folio en blanco del que os hablaba, apareciendo ante los ojos asustados de alguien que se gana la vida escribiendo. Es así y no me importa admitirlo. Lo nunca visto. Lo imposible. Pero al final los sentimientos que emergen del cariño le ganan siempre la batalla a los que van de la mano de la rutina.

Y por eso, encuentro un hueco para los recuerdos. Imposible olvidar a ese niño travieso al que un día tuve que encerrar con llave en un armario. Imposible olvidar esos viajes, modestos al principio, pero que con el tiempo se han convertido en algo que nos distingue. Imposible olvidar esos domingos de mayo, tan mágicos, que tanto nos unieron. Imposible olvidar esas comidas de primos con guitarra y calçot, esos domingos familiares de verano con mucho vino y poco silencio. Imposible olvidar tantas cosas…

¿Sabes qué? Estoy feliz. Por ti, por Rosa, por todos los que estáis aquí. Papis, hoy también es vuestro día. Bailad, cantad, emocionaos… Os lo merecéis. Y si acecha un mal pensamiento, recordad: sólo hay un arma más poderosa que una sonrisa… otra sonrisa.

Y ese último consejo vale para todos. Sobre todo para vosotros dos. No perdáis nunca esa alegría que nos contagia ni esa locura que nos fascina. Os hace únicos.

Jorge, Rosa: sed muy felices.