Hola amor,
¿Cómo estás?
Espero que pasando menos calor que por aquí abajo. El verano ha llegado de
repente. Espero que no sea así hasta fin de curso.
El lunes recibí
un libro. Sales en la portada. “Pequeño circo” se llama. Es un recopilatorio de
vivencias y anécdotas de los que vivisteis los primeros años del indie en España. ¿Cómo no ibas a estar?
De seguir aquí serías uno de los principales narradores del libro.
No lo he leído
entero pero el destino quiso que al
abrirlo por primera vez me topara con una foto de “la buena vida”. Como hecho
adrede, el marca páginas de regalo estaba marcando la página 215. Vuestra
historia. Esa historia truncada por muchos vaivenes de la vida que cuentan muy
bien tus compañeros de grupo y que se rematan en un apartado final del libro.
“Buenos planes
mal dispuestos”. Buen título para el episodio final en el que te perdí. Te
perdieron todos. Pero yo te perdí. Perdí nuestros planes, nuestras metas,
nuestras confidencias y las ganas de compadecer a la gente que no piensa dos
veces las consecuencias de subirse a un coche sin estar en condiciones de
conducir.
Me enfadé mucho.
Maldije vuestra decisión. Te insulté con todas mis fuerzas. Lloré. Odié los hábitos
de exceso. Investigué. Nadie sabe realmente lo que pasó. Pero la culpa fue
vuestra. Fuisteis idiotas totales. Os quedaba mucho por vivir. Mucho por
contar. Mucho por dar. Y nada.
Ahora nada.
Se acabó.
Sigo con mi vida.
1460 días dan
para mucho.
Trabajo en Nules.
¿Te acuerdas? viniste a verme un 5 de
mayo de 2007. En Nules, ese día, me besaste por primera vez.
Sabes que la
educación de adultos era mi pasión. 2009, 2010 y 2011 seguirán siendo los tres
años que profesionalmente habland, mejores recuerdos me dieron. No puedo
decir lo mismo a nivel personal. Me dejaste.
Soy tutora de
quinto. Niños y niñas preadolescentes que necesitan cariño y comprensión. Me
encanta. Creo que dentro de la educación primaria quinto y sexto están
diseñados totalmente para mí.
Flipped clasroom,
lecturas dialógicas, ABP, gamificación, educación emocional… Este año estoy
totalmente sumergida en la adquisición y puesta en práctica de todas las nuevas
metodologías que están aflorando. Porque sí, en general la educación necesita
un cambio. Y radical. Te asombrarías en ver cómo ha avanzado la tecnología en
estos cuatro años que no estás. ¿Y el colegio tiene que vivir de espaldas a
eso? Es una locura no renovarse.
He reabierto la
biblioteca del cole. Sabes que siempre he sido una loca de la lectura. De
pequeña envidiaba a la bibliotecaria del pueblo por pasar tantas horas entre
libros y ahora, soy yo la que doy envidia. Deberías ver como ha quedado. Super
bonita. Después de muchísimas horas de
trabajo ha quedado un espacio nuevo. A los niños les encantaría que abriera
todos los días. Siempre está llena. A ver si lo consigo para el curso que
viene. Incluso la asociación de padres ha invertido parte de su presupuesto en
abastecerla de álbumes ilustrados, libros pop up, libros juegos…
Como ves,
motivación no me falta.
Con Jorge también
estoy genial. Le quiero. Es un poco cabezota pero se puede soportar. Nos
compenetramos muy bien. Me cuida, me comprende y sé que también me quiere.
¡Ah! Y ha mejorado más aún si cabe la
técnica de elaboración de menús japoneses. Te hubiera caído bien. Estoy segura.
La semana que
viene salen los destinos definitivos del concurso de traslados de maestros.
Tiene muchas posibilidades de dejar Reus y volver a casa. Si todo sale bien, el
próximo año será época de nuevos cambios.
Pese a todo, te
echo de menos.
De vez en cuando
huelo tu perfume. Nunca me había parado a pensar lo evocador que puede ser un
aroma. Lo que transmite. Creo que incluso más que las palabras y las imágenes.
Te vienen a la cabeza tantos recuerdos… Te dejaste el bote entero.
Te dejaste todos
los instantes vividos en esa esencia.
Aún uso tu
cartera.
Y aún pienso que, aunque la vida a veces
parece ser una mierda, los que aún estamos en ella tenemos la obligación de
aprovecharla, de disfrutarla y de ser felices.
Al final sólo
queda eso.
La felicidad.
Espero que tu
alma lo esté siendo allá donde estés. No dejes que un cambio de estado de tu
materia destruya tu ser. Eres especial.
Cuídate. Yo también lo haré.
Siempre
recordándote,
Tu Little Rosy.